Hará ahora unos meses, una compañera me recomendó echarles un ojo a algunos vídeos de Víctor Amat a propósito de mi actual interés por el enfoque estratégico breve. Tiempo me faltó para consumirlos todos de forma compulsiva, algunos repetidamente. Qué bien sienta, de vez en cuando, un poco de aire fresco entre tanto vídeo de psicoeducación rancia y postureo de psicólogo “bien”. Que Víctor fuera en su día boxeador profesional le viene perfecto a algunos puntos que comento durante la entrada.
Durante la presentación sobre Dolor Crónico toca temas muy interesantes y aplicables a cualquier problemática en salud (mental): cómo acompañar en el sufrimiento ajeno, cómo (no) crear resistencias en nuestros pacientes, furor curandis en el terapeuta, etc. No obstante, el fragmento que más me llamó la atención fue el de la intervención de la madre en el parque*. El vídeo entero no tiene desperdicio, pero la anécdota es una delicia y me sigue acompañando casi a diario desde entonces.
(A partir del minuto 19:10)
0. “Com que no passa res?”
“T’has caigut?” “Fa mal?” - Calibración del problema.
“Encara farà mal una estona més” - Acompañamiento (entender la experiencia emocional del otro)
“Lo importante no es si duele, es saber si la sangre es buena. Si la sangre es buena, cuando la lavemos en la fuente saldrá rosa y sabremos que curará rápido” – Intervención.
“No tendrás tanta suerte como para que te den cuatro puntos como a tu hermana. Para esto con dos vas que chutas” Intervención extra.
Veo en esta historieta multitud de análisis posibles desde un punto de vista terapéutico (exploración clínica -punto 0 y 1-, manipulación/persuasión -punto 3-, ética -todos los puntos-, qué enfoques podrían seguir este patrón y cuáles no, etc.) pero sobre todo me reactivó un tema al que doy vueltas hace ya unos años, y que se podría desplegar en estas tres ideas: todo conocimiento relacionado con la terapéutica está descrito ya en un lenguaje popular o naíf, toda fuente de conocimiento es potencialmente válida para nuestros propósitos como agentes de cambio y todo experto en un dominio concreto adquiere, sin saberlo necesariamente, conocimientos aplicables o análogos a otros dominios. Huelga decir que en esta entrada únicamente daré ciertos ejemplos de cada una de ellas.
Idea 1. Todo está descrito.
Fue mi primer adjunto durante la residencia el que me implantó una de estas semillas; menudo inception. Él anotaba (y anota) algunas de las frases de sus pacientes duales (diagnosticados de alguna patología mental y de alguna adicción) y las relacionaba con su extenso conocimiento teórico. Lo más curioso de este ejercicio era que todo lo descrito en los manuales especializados estaba ya plasmado en esa jerga de yonkis, pero de una forma más cruda y real. Este insight me introdujo la duda sobre las fuentes ideales para aprender de psicopatología y terapéutica. Por supuesto no todo lo que dicen los pacientes (ni nosotros los profesionales, todo sea dicho) es digno de coleccionar y analizar, por lo que es mérito del interesado en estar atento a las perlas que hay tras cada sesión.
“Yonki mal curado… alcohólico asegurado”. “Coger un globo”. “Cura geográfica”. “El adicto se quedó en la edad madurativa en que empezó a consumir”. Estas son algunas de las frases que se utilizan entre las personas que viven en primera persona la adicción. Lo experimentan, intentan ponerle nombre y luego nosotros, investigando, intentamos devanarnos los sesos para acabar definiendo y validando constructos como el de “addiction transfer” que dicen exactamente lo mismo (en este caso del primer fenómeno). De nuevo me encuentro con otro gap entre “clínica” e “investigación”, y van muchos. Es cierto que mediante el análisis sistemático logramos un conocimiento más exhaustivo, pero me pregunto si en su aplicación diaria, artesanal, es necesaria tal profundidad. Desde este ángulo el vacío entre nuestro corpus teórico y nuestras herramientas prácticas se me hace abismal.
Desde entonces he estado coleccionando diferentes frases o anécdotas que reflejan de forma aproximada la esencia de ciertos constructos propios del campo de la psicología. Os dejo a continuación un pequeño surtido a modo de ejemplo.
● “Cuando se trata a alguien como si fuese idiota, es muy probable que, si no lo es, llegue pronto a serlo”. Fernando Savater en Ética para Amador. Efecto Pigmaleón.
● El ejercicio de sublimación que es toda la carrera profesional como cómico de Ignatius Farray, ejemplificado en el uso de uno de sus tics como elemento humorístico y el aprovechamiento de sus desgracias personales para sus monólogos.
● "Cómo el talento se defiende de los defectos", Jorge Valdano hablando sobre Xavi y cómo su constitución física –baja estatura, sin fuerza ni velocidad- le hizo desarrollar otras habilidades como pensar la jugada antes de recibir, mirar a los lados constantemente, precisión en el pase, etc.
● El espíritu de la escalera de Rousseau en Seinfeld, temporada 8 capítulo 3.
● “La mejor paja es la que se hace uno” frase de “El bigotes” sobre la superación de su depresión sin ayuda profesional en el documental 3 minutos.
● "Los 9 casan con los 9, los 7 con los 7, los 4 con los 4..." en el capítulo “Sin razón” de la temporada 2 de House M.D. Hipótesis del emparejamiento.
● “Y la encontraré de nuevo / Pero con otro rostro y otro nombre diferente y otro cuerpo / Pero sigue siendo ella, que otra vez me lleva” Y si fuera ella, de Alejandro Sanz, interpretable como proyección repetida (objeto A de Lacan si se quiere, o el Anima de Jung).
● Los jinetes de caballo saben que deben subir lo más rápido posible tras una caída, pues si esperan unos días le acabarán cogiendo miedo a montar. Efecto incubación.
● Cualquiera de las técnicas de comercial de puerta fría. Todos los fenómenos de influencia descritos por Cialdini (en realidad eso fue lo que hizo precisamente este investigador, sistematizar un conocimiento naíf).
● “Si te lo permites, podrás renunciar a ello, si no te lo permites se volverá irrenunciable” Nardone parafraseando a Oscar Wilde, ligado con el concepto de Responsabilidad en la teoría cognitiva de Salkovskis para el TOC y, tangencialmente, con el arquetipo de Sombra de Jung.
● "Tots tenim un catalanet cagat dintre que en ocasions pren el control" de Pau Vallvé describiendo con precisión el fenómeno de activación de esquema.
Idea 2. Toda fuente es potencialmente válida.
Existen infinidad de conceptos psicológicos que pudieran tener función terapéutica descritos ya en refranes populares, historias, mitos, canciones, coachs no psicólogos, dramaturgos, empresarios, conversaciones de cafetería, películas y utilizados a diario por gente no experta. La inevitable pregunta es la siguiente: ¿vale la pena, para el clínico artesano, validar cada uno de estos constructos mediante técnicas psicométricas/científicas? ¿Con qué objetivo? ¿Cuántos sinónimos hacen falta? ¿En cuántos idiomas hay que explicar un mismo fenómeno universal? ¿Quién se tiene que adaptar a quién?, ¿el paciente o el terapeuta? Hay que ser un obtuso mental para descartar de plano todo lo que se puede aprender de estas fuentes, esgrimiendo su falta de cientificidad, entre otras.
Muchos entendemos que existen puentes teóricos enormes entre todos los enfoques terapéuticos, más allá de los factores comunes, y ninguno de ellos puede servir de catalizador para los demás. La cuestión es si el lenguaje no experto, más embarrado, carnal y austero sí podría cumplir esta función. Además, siguiendo esta premisa, la validación de una teoría se da por parte de un experto en el ámbito original (es decir, el paciente), de la misma forma que un nativo lo hace en una transcripción inversa**.
**Al traducir y validar un cuestionario: i) se traduce el texto original al segundo idioma, ii) un nativo traduce de vuelta al idioma original y iii) se comparan los dos textos en el idioma original para analizar las diferencias y verificar si la traducción era correcta. En el caso de la anécdota el nativo sería la madre y el traductor Víctor Amat.
Idea 3. Expertos entre-dominios.
Como Xavi con su altura, yo he hecho algo parecido con mi tendencia a la dispersión. Interesado cíclicamente y acumulativamente (y superficialmente, todo sea dicho) en diferentes actividades a lo largo de los años me ha dado por ir construyendo la siguiente idea: todo aquel que se ha convertido en un experto en alguna disciplina ya conoce muchos de los secretos, transferibles a la clínica u otros problemas cotidianos.
De cada uno de los siguientes ámbitos he ido recogiendo metáforas y analogías que conectan y describen fenómenos sobre el cambio, el desarrollo o el aprendizaje: fitness (dolor y crecimiento, flexibilidad y fortaleza, arousal erótico y rendimiento, “constructivismo” muscular), karate (efecto psicológico de la estructura y la organización jerárquica, repetición para creación, enseñar para aprender), música (resonancia, estructura matématica, patrones rítmicos, diferentes planos de estudio), escalada/alpinismo (efecto Roger Bannister), ajedrez (jugadas sanas, profundidad de la jugada, sacrificio a largo plazo, cálculo de jugadas, estudio de la experiencia de maestros anteriores para acelerar el aprendizaje), robótica (ingeniera inversa – estudio neurocientífico), ETC.
La idea sería que no importa que acotes tu pericia a un dominio concreto, pues a medida que avanzas en experiencia y habilidad te aproximas a realidades que se comparten con otras áreas de conocimiento, por lo que habría una mayor facilidad de generalización. Un corolario en nuestro ámbito sería que estarían más cerca de entenderse los creadores de las diferentes escuelas psicoterapéuticas (si controlaran sus egos) que sus respectivos seguidores. La figura geométrica que podría resumir esta idea sería la de un cono invertido.
Volviendo al vídeo, sorprende el contraste entre la ingente cantidad de teoría que uno puede abarcar sin tener en cuenta los puntos esenciales que Víctor traduce para nosotros de la conducta de la madre. La sabiduría transmitida es tan evidente como escurridiza. ¿Cómo se me ha podido escapar estos elementos tan simples tantas veces? ¿En qué nos estamos de-formando? Qué potencia, qué rubor para muchas de mis actuaciones como terapeuta. ¿Cómo no aprender de ella?
Una de las diferencias entre la anécdota y la práctica clínica es que nosotros tratamos con experiencias que a menudo nos son ajenas (no todos hemos sufrido muchos de los problemas que tratamos), o conductas que desde nuestro punto de referencia son absurdas o inaceptables (según nuestra escala de valores particular). Una manera de resolverlo, que no la única, es seguir un esquema similar desgranando los mecanismos detrás de cada problemática particular (algo que en mi opinión ha hecho con gracia Giorgio Nardone desde su enfoque).
A la idea de que cualquier interacción cotidiana pueda ser digna de analizar le sigue la de no menospreciar nunca las ideas de ningún intelectual, sea cual fuere su enfoque. Y llevada al extremo lleva consigo la maldición de no desconectar nunca, de relacionarlo todo incesantemente. La buena noticia (o no), es que se haga lo que se haga (leer ficción, actividades de ocio, tener una vida social activa, etc.) es analizable y traducible a fenómenos psicológicos. Jerome Frank describía todo lo expuesto como un “empleo intuitivo de principios psicoterapéuticos”, pero también podría verse como un “empleo psicoterapéutico de principios intuitivos”.
Este artículo no ha sido revisado por pares, no contiene palabras clave que pudieran posicionar la página web de forma estratégica y todas las conclusiones expuestas son meras conjeturas, sin base alguna.
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